Cuentas "water melon" amarillas de Venecia

Collar de aventurine o watermelons venecianas (procedencia: Koforidua, Ghana)

Los que saben de estos temas llaman aventurina a un tipo de cuenta con un esmalte fundido a la lámpara que debe su nombre a un tal Vincenzo Miotti, un vidriero veneciano que vivió en la primera mitad del siglo XVII. Se trata de cuentas con un rayado longitudinal muy del gusto de los futuros clientes africanos que se elaboraban con lámparas de aceite (lampwork) en miles de pequeños talleres de Murano. La simplicidad de una técnica que permitía producir notables cantidades de cuentas a un coste limitado, fue sin duda el secreto de su enorme éxito durante todo el siglo XVIII y la primera mitad del XIX.

Sin embargo, la puesta a punto de las técnicas Prosser, la mecanización y la competencia llegada desde el norte de Bohemia obligaron a los talleres venecianos a cambiar de estrategia. En las últimas décadas del siglo XIX se simplificaron tareas, reduciendo el número de modelos destinados al mercado africano, pero manteniendo la calidad del producto hecho a mano. Fue a partir de entonces cuando esas cuentas que ahora se conocen como watermelons o melons a secas (por su parecido con esas sandías llamadas crimson sweet), empezaron a fabricarse masivamente.

El collar que ofrecemos es una ristra de 66 aventurine o cuentas watermelon (12-14 mm de longitud, y 7-9 mm Ø), de las que 34 son bicolor amarillo-marrón, 8 son tricolor blanco-verde-marrón, y el resto presentan rayas de color vino tinto, blancas, negras y amarillas.

Peso: 110 g